Tras un encuentro con Benedicto XVI en Colonia
JESÚS G. SÁNCHEZ-COLOMER (Semanario Alba)
Numerosos medios italianos y alemanes, como el Bild y el Express, han consignado la desaparición inexplicable del tumor cancerígeno que padecía Víctor, un niño de 6 años, natural de Düsseldorf, que en Colonia fue abrazado por el actual Pontífice, el cual, en una imagen que captaron las principales cadenas de TV en directo, le impuso sus manos y
le bendijo. Víctor, al que se ve en la imagen en el momento del encuentro, había perdido todo su cabello a causa de la quimioterapia, y tenía el cuerpo cubierto de llagas, según cuentan las crónicas. A finales de 2005, una biopsia confirmó que el mal que los médicos habían diagnosticado como incurable había desaparecido "imprevista y misteriosamente", como manifestaron en diversos medios. La curación técnicamente no se puede definir como milagro, pero según fuentes vaticanas citadas por medios alemanes, "nadie puede poner límites a la omnipotencia de Dios".
En declaraciones recogidas a Micaela, la madre de Víctor, se dice que "podéis llamarlo como queráis, pero mi hijo estaba cubierto de llagas y ahora han desaparecido". Algunos médicos y periodistas locales apuntan a la "euforia
producida por el encuentro" como causa de la curación.
Los padres de Víctor han declarado que la idea de viajar para ver al Papa fue de Víctor, a lo que accedieron a pesar de las precarias condiciones en las que se encontraba el pequeño.
Finalmente, tras numerosas gestiones y con el apoyo de la diócesis, llegaron a conseguir un pase especial para estar cerca del Papa el 19 de agosto, a las puertas de la iglesia de San Pantaleón, donde se dio el encuentro.
JESÚS G. SÁNCHEZ-COLOMER (Semanario Alba)
Numerosos medios italianos y alemanes, como el Bild y el Express, han consignado la desaparición inexplicable del tumor cancerígeno que padecía Víctor, un niño de 6 años, natural de Düsseldorf, que en Colonia fue abrazado por el actual Pontífice, el cual, en una imagen que captaron las principales cadenas de TV en directo, le impuso sus manos y
le bendijo. Víctor, al que se ve en la imagen en el momento del encuentro, había perdido todo su cabello a causa de la quimioterapia, y tenía el cuerpo cubierto de llagas, según cuentan las crónicas. A finales de 2005, una biopsia confirmó que el mal que los médicos habían diagnosticado como incurable había desaparecido "imprevista y misteriosamente", como manifestaron en diversos medios. La curación técnicamente no se puede definir como milagro, pero según fuentes vaticanas citadas por medios alemanes, "nadie puede poner límites a la omnipotencia de Dios".
En declaraciones recogidas a Micaela, la madre de Víctor, se dice que "podéis llamarlo como queráis, pero mi hijo estaba cubierto de llagas y ahora han desaparecido". Algunos médicos y periodistas locales apuntan a la "euforia
producida por el encuentro" como causa de la curación.
Los padres de Víctor han declarado que la idea de viajar para ver al Papa fue de Víctor, a lo que accedieron a pesar de las precarias condiciones en las que se encontraba el pequeño.
Finalmente, tras numerosas gestiones y con el apoyo de la diócesis, llegaron a conseguir un pase especial para estar cerca del Papa el 19 de agosto, a las puertas de la iglesia de San Pantaleón, donde se dio el encuentro.
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