Fuente: Archivo parroquial
(Virgen de la Purificación, Diócesis de Guadix y Baza)
Autor: Jesús Martínez Vallecillos
Autor: Jesús Martínez Vallecillos
Esto sucedió en Jérez del Marquesado (Granada). Había por costumbre reunirse en la iglesia cuando amenazaba tormenta, para rezar todos juntos por evitar la catástrofe que en aquella época significaba perder las cosechas. Obviamente no existían seguros agrarios y la economía era de subsistencia, así que una tormenta podía significar mucha hambre durante un año. Es por ello, que amenazando nubes el cielo, 3 niños subieron a la torre de la iglesia para tocar las campanas a un ritmo concreto: "tocar a tormenta". Los pueblerinos que conocen ese sonar acuden rápidos, tanto los que se encuentran en el pueblo como los que se hayan en los campos.
Mientras los monaguillos tiraban de las cuerdas que hacían sonar el campanario, un rayo entró por la torre (punto más alto del pueblo lo cual hace lógico el hecho), mató a los tres niños y llegó hasta una imagen de la Virgen María, concretamente en la advocación de "La Purificación", y le tiznó la tez de un negro que posteriormente nadie pudo borrar.
Los jerezanos allí reunidos rezaron por los tres niños con sus cuerpos presentes, y los tres resucitaron en aquel día. Se conocen casos de personas que han sido traspasadas por un rayo y han sobrevivido, pero estos niños murieron y volvieron a la vida los tres. En la guerra civil la iglesia fue quemada y destruido todo lo que contenía. Un jerezano logró guardar los ojos de aquella imagen, escondidos en su casa (este hombre era mi tío Lorenzo, para más señas, que en paz descanse), y alguien más guardó la mano que sujeta el cetro. Actualmente hay una reconstrucción con esos trozos pero el tizne ya no se conserva.
Este milagro fue escrito para el recuerdo, dichos escritos se conservan en el archivo parroquial, y a continuación lo transcribo:
“El día 18 de junio del año 1653 se presentó sobre el cielo de Jérez una tormenta amenazadora con viento de poniente y lluvia, que se mezcló con granizo, e iba creciendo por momentos.
Amenazaba destruir las cosechas en sazón de los campos.
Costumbre era en tales ocasiones tocar las campanas a nublo, convocando a los a los fieles a la iglesia para orar e interpretar el favor de Dios, pidiendo que ahuyentase el peligro.
Alrededor de las cuatro o cinco de la tarde de ese mismo día, se vio caer un rayo que pareció encender la villa como si ardiese el mundo, yendo a parar a la iglesia, entrando por lo alto del capitel de la torre, donde se dividió.
Una parte salió bajando la misma hasta conseguir entrar en la capilla mayor destrozando muchos de los ornatos que allí había.
La otra parte acabó con la vida de tres de los niños: Juan, Alonso y Bartolomé, que egercían la labor de tocar las campanas. Siguió su trayectoria hasta el rostro de la Virgen manchando su mejilla y hundiéndose al fin, a sus pies.
Pusiéronse los niños ante su imagen: Juan tenía abrasadas las ropas pero sin lesión en su cuerpo; Alonso tenía un agujero en la espalda parecido al hecho por una bala, y Bartolomé no tenía señal alguna.
Comenzaron los llantos de los padres y familiares a los que se unió toda la villa. Un clamor unánime de fe y pena enronqueció las gargantas y bañó los ojos en lágrimas. Con la efusión de gritos y lamentaciones se alzó un clamor unánime de: ¡VIRGEN MARIA; MADRE DE DIOS, devuelve la vida que el rayo cesó! Y fue aquí donde intercedió la Virgen y se realizó el milagro. Fueron grandes las alegrías viendo vivir a los niños. Se les miró y se halló en sus cuerpos unas cintas moradas como sangre grabada, marca que certificaba que el rayo pasó por sus cuerpos quitándoles la vida. La cual le devolvió la Virgen.
Y del milagro nació el nombre popular de la Tizná de Jérez, con que es llamada y venerada por sus hijos de esta tierra.
Enlace sobre el 350 aniversario del milagro
http://www.conferenciaepiscopal.es/actividades/2003/febrero_04.htm
Nuestra Señora de la Purificación "La Tizná" fue coronada canónicamente el año 1965.
1 comentario:
Muchas gracias por publicar este milagro. Es realmente impresionante lo que María significa para los jerezanos, sin duda este milagro marcó un antes y un después en la vida de aquellos labradores y ha llegado hasta nuestros días.
Un abrazo!
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